Hola, mi nombre es Germán Chávez, ex olímpico medalla de bronce en Saltillo 2007.
Comencé mi actividad olímpica en el 2006 al entrar al bachillerato. Pronto descubrí que esto de la olimpiada se me daba bien y fui avanzando hasta llegar a la preselección estatal. Ahí aprendí que no basta con ser bueno, necesitas desarrollarte completamente y buscar ser el mejor.
Fue en mi segundo año de participación cuando logré asistir al nacional, ya que durante todo el año me estuve preparando para lograr triunfar. Al principio solo, y conforme iba avanzando tuve el apoyo de los entonces entrenadores. Conforme las cosas me salían bien en la olimpiada una ola de situaciones positivas llegaban a mi vida.
En 2007, al momento de finalizar mi participación, me integro al comité estatal y desde entonces formo parte de este. En ese tiempo ya me hacía cargo del club de matemáticas de mi escuela y de la sede de Matehuala-Cedral. Un par de veranos pude apoyar en la preparación de la preselección estatal y también viví la experiencia de asistir a 2 cursos para entrenadores (Guanajuato y Campeche).
En 2010 logramos un proyecto con la SEGE para capacitar a profesores y alumnos de nivel secundaria en 8 municipios del estado. El proyecto duró un año, y más o menos fungí como el administrador durante la mayor parte de este. Como cierre del proyecto tuvimos un concurso regional en la capital del estado.
Hace poquito más de 2 años Carma//Casa Olímpica abrió sus puertas, donde estuve apoyando desde el principio, llevando los muebles, a medio abrir los primeros días y como instructor. Incluso vivo ahí ahora.
En 2011 el comité nacional nos dio la confianza de organizar el nacional en San Luis, lo cual nos llenó de entusiasmo y de mucho trabajo. Mi chamba fue de servir de conexión entre la SEGE y el delegado (estaba en Guanajuato), además de conseguir patrocinadores para nuestro magno evento. Durante el nacional me tocó ser co-delegado.
Ahora estoy a 3 meses de terminar mi carrera, Ingeniería Industrial y de Sistemas en el Tecnológico de Monterrey y, gracias a la olimpiada obtuve la beca que me permite estudiar en esta prestigiosa institución.
Incluso la referencia de haber obtenido un lugar en el nacional, la experiencia de administrar un proyecto y la dedicación a una causa noble por puro amor al arte me ha facilitado obtener mis prácticas profesionales en una prestigiosa empresa americana y lograr un intercambio a Francia.
Al final me quedo con mis amiguitos olimpiquitos, las alegrías, mi desarrollo, la satisfacción de la superación personal y con uno o dos montones de situaciones inolvidables en mi vida.
Antes de ir a mi primer verano alguien me cuestionó que para que me serviría la olimpiada, que si me darían dinero, trabajo, que en dónde iba a aplicar esos conocimientos, que estaba desperdiciando los veranos estudiando esos temas que no venían en la escuela. En ese momento no tenía claras las cosas, sólo pude decir que estaba haciendo lo que quería,lo que me gustaba, que disfrutaba estar en la olimpiada, aunque no pensara en un beneficio futuro. Ahora la respuesta es más que obvia para aquella persona, dedicar ese tiempo a la olimpiada es una de las mejores inversiones de mi vida pues, en parte gracias a los eventos que se desencadenaron, soy feliz, sigo haciendo lo que me gusta hacer y sin buscarlo beneficios secundarios han llegado por montones.
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