Sobre la Etapa Escolar

Amiguitos:

Estamos muy contentos de que hayan participado tantos alumnos. Oficialmente, teníamos más de 1250 inscritos pero les confirmaremos los datos globales y por sede una vez que tengamos información de todas las sedes y contemos los exámenes. Sin embargo, detectamos algunas señales inequívocas de que en muchas escuelas no se está realizando un proceso interno como se debería. Esto quiere decir que las cosas no funcionan como quisiéramos y, un poco más preocupante, que no se están siguiendo las indicaciones marcadas en la convocatoria. 

Algunas de esas señales que identificamos son las siguientes:

1. El último día de la inscripción, aparecen escuelas que inscriben 50 o hasta 80 alumnos. 
2. El día del examen, no van todos los que inscriben. En algunos casos, va más o menos la mitad. Parece incluso que inscriben alumnos antes de invitarlos o siquiera avisarles. (No nos gusta que nos sobren copias. No tanto porque es obvio que participó menos gente de la que esperábamos o porque tenemos algo de concienca ecológica sino porque es un desperdicio de nuestros muy, muy limitados recursos.)
3. Muchos alumnos y padres de familia llegan con nosotros a preguntar qué hacen ahí o de qué se trata eso. Algunos alumnos ni siquiera llevan con qué escribir porque la escuela "sólo les dijo que se presentaran". 
4. Un número muy elevado de participantes sale antes de la primera hora y dicen que nunca habían visto problemas así. 

En fin. 

Quisiéramos aclarar algunos malos entendidos o concepciones equivocadas sobre la Etapa Regional y la Etapa Escolar. 

1. La probabilidad de que una escuela "meta" alumnos a la Etapa Estatal NO es proporcional a la cantidad de alumnos que inscribe a la Etapa Regional sino a la preparación de éstos. 
2. La Etapa Regional NO es la mejor manera de involucrar a sus alumnos en la Olimpiada por vez primera. Al contrario, podría resultar contraproducente: si encuentran el examen demasiado difícil, es probable que se desanimen y no sientan ganas de volver a participar.
3. No estamos en contra de que ofrezcan puntos extra por participar en la Olimpiada; probablemente sea necesario la primera vez. Sin embargo, ofrecerlos a cambio de participar en la Etapa Regional no nos parece la mejor idea. 

Para decirlo en términos de analogías deportivas:

Si inscriben a sus alumnos a una carrera de medio maratón a cambio de un punto extra y les avisan nada más un día antes, es probable que la mayoría nada más vaya por el punto y no se tome la carrera en serio, que muchos ni siquiera vayan y que verdaderamente pocos terminen la carrera, sin mencionar a todos los que -haciendo su mejor esfuerzo- no ganen más que dolor muscular por dos días. 

La cara de concurso que tiene la Olimpiada requiere preparación específica como la requiere cualquier concurso; son pocos los que pueden ir a un concurso nacional, pero podría ser cualquiera. La parte de cambiar la concepción que se tiene de las matemáticas, la de divulgación de las matemáticas, la de acercar a los jóvenes a carreras científicas normalmente sucede paralelamente al concurso.

Espero que quede bien claro que lo que más nos gusta es que participen muchos alumnos, los más que quieran. Sin embargo, no estamos interesados en nada más inflar las estadísticas de asistencia: queremos que participen, no nada más que vayan. Para poder participar hay que estar preparado y ser capaz de competir. Hay que saber a qué se va, de qué se trata, qué está en juego y -ojalá- hasta sentir la emoción de estar ahí compitiendo entre los mejores.

Hace ya varias Olimpiadas que no aparecen límites a la cantidad de alumnos que cada escuela puede inscribir, pidiéndoles que la elección sea resultado de un proceso selectivo. Equipos de 50+ alumnos no caben dentro de nuestra definición de equipo representativo. Es muy probable que vuelva a aparecer este límite en la próxima edición.

¿Qué podemos hacer?

Nos gustaría que las escuelas inscriban equipos representativos. Si no tienen mucha idea de cómo o con qué métodos elegir a su equipo representativo, quizás podríamos ayudarles a hacerlo. Podríamos crear un proceso "largo" para empezar en septiembre u octubre y otro "corto" para quienes empiecen en enero, siempre lo más personalizado posible. Podríamos preparar exámenes selectivos y hasta ir a aplicarlos a las escuelas en fechas específicas para que la participación sea más universal; quizás hasta podríamos ir a ofrecer algunos entrenamientos, guiar o impartir un taller escolar con otras actividades de divulgación. La idea es crear identidad con el equipo de matemáticas de la misma manera que se hace con el equipo de fútbol de la escuela: que todos sepan quiénes son y se sientan orgullosos de sus logros.

A cambio, les pediríamos una cuota que nos ayude a tener un presupuesto propio para realizar otras actividades que nos gustaría hacer y casi nunca nos alcanza. Así todos ganamos: las escuelas tienen un muy buen equipo representativo después de involucrar a la mayoría de sus alumnos en un concurso de matemáticas que les puede dejar cosas muy interesantes, desde descubrir un gusto y una facilidad hasta crear talleres o actividades permanentes; nosotros extenderíamos el alcance de la Olimpiada, rebasando sus posibilidades como concurso y tendríamos dinero para consolidarnos como colectivo. 

Cuando tengamos estadísticas de participación, podremos ejemplificarles la diferencia entre improvisar un equipo y tener uno bien preparado. De todos modos, procuraremos comunicarnos con las escuelas que más alumnos inscriben para platicarles la idea. 

Piénsenlo. 

Aprovecho para recordarles que los resultados estarán cuando estén, más o menos quince días, dependiendo del tiempo que tomen de llegar de las sedes a la capital, más el tiempo que nos toma evaluar 1200 pruebas de este tipo. 

Saludos,

Eugenio